Presidente de Diputación de Badajoz
Miguel Ángel Gallardo MirandaIlusión, compromiso, responsabilidad y profunda gratitud. Son cuatro palabras, que resumen todo el discurso que me dispongo a trasladarles.
En primer lugar, permítanme agradecer a los villanovenses su confianza renovada el pasado 28 de mayo, para seguir siendo su alcalde tras 20 años de gobierno.
Su inmenso apoyo, ampliado en votos respecto al mandato anterior, es el único motivo que encuentro para que mi partido, el PSOE, haya decidido confiar en mí, para seguir como Presidente tras ocho años intensos de aprendizaje y trabajo. Ellos, y no yo, son los verdaderos protagonistas.
Gracias Guillermo, por confiar en mí y brindarme la oportunidad de asumir esta responsabilidad por tercera vez consecutiva.
Acepto este encargo, no como un regalo sino como un mandato, para seguir construyendo Extremadura desde lo local. Siempre he trabajado desde la provincia haciendo región, nunca provincialismo. A partir de hoy, lo seguiré haciendo, codo con codo con el Presidente de la Diputación de Cáceres, mi compañero y amigo Miguel Ángel. Aprovecho para darle mi felicitación y desearle éxitos.
Mi reconocimiento también para todos los alcaldes y alcaldesas de nuestra provincia, para los que solo tengo palabras de afecto.
También para quienes desde la corporación vamos a compartir la apasionante misión de representar a todos los municipios de la provincia. Todos tenemos un objetivo común, que la política no siga siendo percibida como un problema para los ciudadanos, sino como la solución para que a través de ella puedan alcanzar mayores cotas de bienestar y, por tanto, sean más felices.
Hoy nos acompañan familiares y amigos. Ellos son los que nos dicen la verdad, aunque nos duela, los que asumen las ausencias sin más queja que su comprensión y paciencia.
Agradezco a mis padres los valores que desde la infancia me transmitieron. Son mi hoja de ruta en el ejercicio diario de la responsabilidad y es el único legado que deseo dejar a mis hijos aquí presentes, Victoria y Miguel Ángel, con la ayuda de mi mujer.
Son tiempos donde la suma de esfuerzos para alcanzar el bienestar de todos, la capacidad de empatizar con el adversario político cediendo en tus posiciones e incorporar sus ideas no suena.
Tienen mayor altavoz quienes desde la imposición de sus ideas desean excluir la de los demás, convirtiendo la política en politiqueo, haciendo de la descalificación su bandera, convirtiendo el espacio compartido en un coto peligroso donde solo pueden entrar los que piensan como ellos.
Cuando esto ocurre, la respuesta es el hartazgo y desentendimiento de los ciudadanos. Cuando los ciudadanos se desentienden de su responsabilidad, se debilita la democracia y con ello la convivencia.
El cortoplacismo se ha hecho dueño de la política, donde lo importante es alcanzar la meta, olvidando que el camino es tan importante como el destino.
Equivocarse cuando se tiene visión, suele perdonarse porque es sinónimo de trabajo, de asunción de responsabilidad. Lo que nunca perdona la gente es la falta de visión. La credibilidad solo se pierde cuando la palabra deja de tener valor.
La credibilidad te ayuda a tomar decisiones, aunque vayan en contra de tus intereses, si se tiene un proyecto colectivo que ofrecer y se transmite con emoción y compromiso.
Si hay algo que solo puede dar la política local, es el privilegio de poder estar, escuchar y sentir los problemas como propios. Es la política que mira a los ojos de la gente.
La Diputación lo hace de forma discreta, empujando desde atrás. Eso lo saben bien los alcaldes y alcaldesas. Y si lo podemos hacer es gracias al mayor valor que atesora esta institución, sus empleados públicos.
Los trabajadores y trabajadoras, sois el mejor equipo y los verdaderos protagonistas de que la Diputación de Badajoz sea el instrumento más eficaz para salvar cualquier dificultad por compleja que sea. Y estos años bien hemos sabido lo dura que puede llegar a ser.
Dejamos atrás probablemente el mandato más difícil, marcado por la palabra crisis. Crisis sanitaria, meteorológica, climática, geopolítica, económica…
Lo iniciamos con una pandemia sanitaria que asoló el mundo y puso en entredicho la fortaleza de una sociedad que se pensaba invencible y libre. Un virus que desconocíamos nos encerró en casa, privándonos de la libertad y arrebatándonos a seres queridos.
El volcán de La Palma y la guerra en Ucrania nos ha hecho ver que todo puede cambiar de un día para otro. Los parámetros por los que siempre nos guiábamos ya no volverán. No los busquemos, nos llevará a la frustración y no encontraremos respuestas para una sociedad que avanza a pasos agigantados en la Cuarta Revolución Industrial.
Las crisis no se pueden elegir, llegan y nuestro deber es afrontarlas. Pero si podemos elegir las respuestas.
Las crisis siempre nos llevan a perder cosas, pero también abren ventanas de oportunidad. Ante la exclusión financiera provocada por la crisis y posterior concentración bancaria, nuestra ventana de oportunidad fue la instalación de cajeros automáticos en los pueblos que quedaron sin entidad bancaria, evitándola. 6,7 millones de euros en movimientos y 72.200 operaciones ha sido la respuesta.
Ser pioneros en materia sostenibilidad nos abrió la oportunidad de impulsar la red provincial de electrolineras más importante de España, única de la Península, reforzando nuestra apuesta por las energías renovables.
Pudimos optar porque el Hospital Provincial fuera la crisis eterna entre instituciones, que dividía a ciudadanos, pero apostamos por la oportunidad de convertirlo en el mejor escaparate para la cultura, el turismo, productores y artesanos de la provincia.
Hoy el Hospital Centro Vivo, ha llenado de vida el centro de Badajoz ofreciendo una oportunidad de negocio para pequeños autónomos de la artesanía, el comercio, la agricultura, la ganadería. Hoy es un espacio vivo de todos y para todos, y lo será más en los próximos años.
Iniciamos una nueva etapa llena de retos y desafíos y lo seguiremos haciendo desde la lealtad institucional con la Junta de Extremadura y el Gobierno de España.
Lealtad es lo que ofrezco y pido a la oposición. Desde el deber que tenéis de controlar al gobierno para que sea mejor, pero también para que podáis ser alternativa al mismo.
Este mandato seguirá caracterizado por la defensa y protección de lo de siempre, nuestro mundo rural, pero con el objetivo de prestigiarlo como identidad y marca. Lo podemos hacer hoy, porque hace 40 años se aprobó el Estatuto de Autonomía, instrumento imprescindible para su preservación.
La generación de entonces supo ver que dotándolos de servicios y equipamiento, también les dotaba de dignidad y futuro. Nuestra generación debe evitar que nuestros municipios se conviertan en tacitas de plata e impulsarlos como espacios de igualdad de oportunidades.
Con frecuencia desde Madrid se nos estereotipa como la España vaciada y despoblada. Frente a ello reclamemos con firmeza la ‘España repoblada y equilibrada’, haciendo así mejor país. Haciendo más España, haremos más Extremadura y más provincia.
Aborrezco la Extremadura del NO a todo. No a Valdecañas, no a la refinería, no a la mina de litio, no a la fusión Don Benito-Villanueva
Ver frustrado el proyecto de fusión ha sido, en lo personal, el "no" más doloroso. Por ser el mayor y mejor proyecto político, social y económico para Extremadura.
También por el cambio de posición de quienes nos acompañaron con ilusión y que, tras un cambio de liderazgo, hablan de oscurantismo para justificarse. No sólo se siembran dudas sobre nuestro trabajo, también lo hacen sobre sus compañeros, y traicionan a Extremadura.
Lo fácil y cómodo es no hacer nada o destruir lo que con tanto esfuerzo otros hicieron; lo extraordinario es estar dispuesto a perder para que todos ganen. Nunca podré agradecer lo suficiente a los funcionarios de mi equipo en la diputación por su abnegado trabajo.
Nuestra generación política debe ser la Extremadura del SI. SI a la Extremadura con espíritu ganador, empresarial, emprendedor.
La Extremadura que apuesta por quien arriesga su patrimonio, para ofrecer el mejor de los patrimonios que la gente necesita para tener una vida digna y con esperanza: el empleo.
La Extremadura avanzada, sin miedos, ni complejos. La Extremadura valiente, donde desaparezcan para siempre los tópicos falsos que tanto daño nos hicieron y siguen haciendo hoy.
Seguiremos trabajando desde la valentía, capacidad de adaptación a los cambios e innovación. Estamos ante un mundo nuevo y nuevas han de ser las respuestas si queremos seguir siendo útiles.
El mundo nuevo, en el que ya estamos, siendo nuevo y desconocido, sabemos que estará caracterizado por la digitalización y el Big Data, la inteligencia artificial, la robotización, Internet de las cosas y de las personas.
No nos asustan los retos por descubrir. La autoestima, el talento y la valentía de quienes viven en la provincia, es hoy el motor del cambio. El crecimiento será imparable cuando creamos más en nosotros mismos. Disponemos del mismo talento que los demás, pero podemos y debemos hacer las cosas de forma distinta a ellos.
Soy un firme defensor de la colaboración público-privada. Hoy la administración eficaz y moderna no es la que va delante de las empresas y emprendedores, sino detrás, escuchándoles para luego hacer con garantías de no equivocarse.
La administración útil es la que ofrece estabilidad política y acompaña sin molestar con una burocracia que invita al desistimiento del que desea arriesgar.
En este nuevo tiempo que iniciamos, apostaremos decididamente por quien desee apostar por la provincia y Extremadura, ofreciendo una administración ágil, avanzada tecnológicamente, digital, pero con el mejor de los valores de la política local, la cercanía.
Cada proyecto lo tomaremos como si fuera el primero o único, con transparencia, acompañamiento y empatía con el que arriesga para progresar y dar bienestar generando empleo.
La digitalización es el mejor aliado al servicio de los pueblos. Criticar la tardanza en terminar una infraestructura terrestre, producida por la climatología adversa cuyo impacto es limitado, y no demandar o centrar la atención en exigir las verdaderas autopistas que te conectan al mundo, es no saber interpretar las necesidades del nuevo tiempo.
Hoy se puede trabajar en Madrid desde Manchita, en Londres desde Tamurejo, o en París desde Zafra.
Ahí seguiremos centrando nuestros esfuerzos, en la digitalización y la ciberseguridad. Apoyaremos decididamente a las pymes y empresas para su adaptación digital que impulse su competitividad, pero lo haremos con seguridad para que nunca nadie les robe o secuestre sus sueños.
Siempre priorizando la cooperación permanente con la Diputación hermana de Cáceres.
Apostamos por el cambio, pero sin cambiar las políticas que ofrecen bienestar a los que nos han permitido soñar, renunciando ellos a una vida mejor para ofrecérnosla a nosotros. Los mayores, verdaderos protagonistas de lo que somos hoy.
Los jóvenes, serán los que se venguen del pasado de sus abuelos y desde la Diputación les acompañaremos en todas sus iniciativas. Cada proyecto de vida aquí es una oportunidad para la Extremadura que aspiramos, la Extremadura valiente que ofrece futuro y oportunidad.
En una sociedad solo hay futuro si hay igualdad entre hombres y mujeres. La igualdad no es una opción, debe ser una convicción. Igualdad para que aflore todo del talento del cincuenta por ciento de la sociedad que representan las mujeres y aprovechar así el cien por cien de las oportunidades para Extremadura.
Defenderemos como hasta ahora la igualdad, la tolerancia, el respeto al diferente y combatiremos con la palabra a los que desde la radicalidad fomentan la división, el rencor y odio frente al que no piensa igual. Protegeremos la diversidad como ejemplo de igualdad, e inclusión. Seguiremos cooperando con Felcode para lograr un mundo mejor. No tendría sentido para nosotros no hacerlo.
Somos el pilar del mundo rural y nos comprometemos a seguir siendo el pilar de la esperanza. Muchas gracias.