Tentudía, la comarca que ocupa el sur de la provincia de Badajoz en su parte central, es un hermoso escenario salpicado de pueblos con un gran peso histórico sobre sus espaldas: Bienvenida, Bodonal de la Sierra, Cabeza la Vaca, Calera de León, Fuente de Cantos, Fuentes de León, Monesterio, Montemolín (éste con dos pedanías: Pallares, Santa María de Nava) y Segura de León.
Legendaria zona de frontera, Tentudía fue tierra de tránsito atravesada de norte a sur por la Ruta de la Plata, vínculo entre la Bética y la Lusitania y más tarde entre la taifa de Sevilla y el reino de Badajoz. Por ella llegaron a mediados del siglo XIII los caballeros de la Orden de Santiago, que conquistaron el territorio a los musulmanes y fundaron aquí, con el maestre Pelay Pérez Correa a la cabeza, su Provincia de León, a la que pertenecerá la mayor parte de las tierras de la actual comarca.
La comarca de Tentudía fue de las primeras Mancomunidades de Municipios constituidas en Extremadura. Hoy, complementada en su actividad por un dinámico Centro de Desarrollo Comarcal, sigue laborando por mejorar el nivel de vida de sus más veintitrés mil habitantes, que ocupan un territorio que, desde el punto de vista natural y paisajístico, se divide en dos zonas bien diferenciadas: la sierra y la campiña.
Entre las cimas serranas y la llanura se interpone una enorme superficie adehesada, alrededor de la cual gira el grueso de su actividad económica y comercial, basada en la ganadería porcina de tronco ibérico. Son de penillanura y fundamentalmente dedicados a los cultivos los campos de Bienvenida, Fuente de Cantos y los del norte de Montemolín y Monesterio. Son serranos, de mayor o menor altitud pero ya pegados a las lomas enriscadas de Sierra Morena, los territorios sureños de estos dos últimos municipios, así como los de Calera, Segura, Bodonal y Fuentes de León.
Todo el territorio presenta paisajes maravillosos (siempre cambiantes en su colorido y formas a lo largo del año), así como un patrimonio cultural, histórico y artístico formidable, que a nadie deja indiferente. En definitiva, Tentudía reafirma su identidad día a día en base a elementos emblemáticos tales como la montaña que le da nombre (el techo de la provincia), la leyenda de la parada del sol, un héroe (Pérez Correa), una naturaleza pletórica y -tal vez lo que es más importante- unos pueblos que han decidido libremente mancomunarse para afrontar juntos el futuro.
Es imposible en tan breves líneas de presentación destacar todo lo que hay de destacable en una comarca que es un auténtico paraíso natural, artístico y festivo. Ahí están el gran macizo de Tentudía, la máxima cota de la provincia de Badajoz, con el monasterio del mismo nombre; las cuevas cársticas de Fuentes de León, maravilla natural creada por la acción de las aguas subterráneas; algunas de las mayores dehesas del mundo; el castillo de la enriscada Segura, en cuyo término municipal apareció el Tesoro de la Martela; la alta alcazaba de Montemolín, desde donde los musulmanes dominaban todo el sur; el conventual santiaguista de Calera de León, monumento nacional histórico-artístico; la plaza de toros de Cabeza la Vaca; o las iglesias de Fuente de Cantos -patria del genial Francisco de Zurbarán-, Bodonal de la Sierra, Bienvenida y Monesterio, de donde es natural el inigualable Eduardo Naranjo. Y ahí, las fiestas de La Chanfaina, romerías de San Isidro, Tentudía, Las Flores, Capeas, Quema del Judas, 'Danzaores', o la Feria del Jamón, por citar sólo algunas...
Todas éstas son razones más que suficientes para descubrir Tentudía, tierra cargada de encanto que afronta el futuro con gran optimismo. El visitante descubrirá un territorio que le cautivará en sus múltiples facetas, pueblos, paisajes, monumentos, costumbres y, lo que es más importante, sus gentes.
Texto: Prólogos procedentes de "Comarcas de la Provincia de Badajoz"