El territorio del antiguo Señorío de Feria ocupa un área importante en la zona centro-occidental de la Baja Extremadura. La demarcación histórica se corresponde con un espacio geográfico sensiblemente unitarios, originando la conjunción de ambas realidades un dominio de personalidad bien diferenciada. El ámbito se encuentra rodeado por otras comarcas de rasgos igualmente bien peculiarizados. Por el norte se desarrollan los llanos de Tierra de Barros; por el sur, la orografía crecientemente montuosa que se conecta con Sierra Morena; por levante las ondulaciones de la Campiña de Llerena, y por occidente, las formaciones de Monsalud y otras que establecen la divisoria con la Tierra de Badajoz, Llanos de Olivenza y frontera con Portugal. |
Sierra de Tentudía |
En el aspecto paisajístico el terreno queda definido por la alternancia de áreas escabrosas con otras de colinas escasamente pronunciadas, que dan lugar a una orografía complicada. Las alturas predominantes se presentan en la Sierra Vieja de Feria y en la de Los Santos.
En los llanos emerge la piedra pizarrosa y en las sierras las calizas marmóreas; berrocales de cuarcitas y granitos afloran también entre la dehesa y el monte gajo que constituye la cobertura vegetal.
Los cursos más importantes son el Bodión, Ardila y Guadajira. Asimismo cubren el territorio diversos lagos artificiales; algunos son antiguas presas erigidas para mover molinos, otras, son pequeños pantanos de construcción moderna para el abastecimiento de las poblaciones.
Puente en Burguillos del Cerro |
La cobertura vegetal se caracteriza por la presencia de dehesas, bosques de encinas y monte bajo; olivos, viña, jaras y otras especies como el zumaque, tan utilizado antes para el curtido y tratamiento de las pieles, actividad que, sobre todo en Zafra, presentaba gran desarrollo. Elemento muy característico son las cercas de piedra que compartimentan los campos, delimitando propiedades o encarrilando los viejos caminos. Situados en pleno campo, de ordinario ocupando enclaves apartados de extraordinaria belleza paisajística, perduran numerosos puentes medievales, aceñas, molinos, batanes y otras muestras de la arquitectura y la arqueología industrial de los tiempos pasados, que a su interés plástico, unen un destacado valor etnográfico. |
Hitos característicos que peculiarizan el paisaje son los castillos roqueros que coronan las cimas más sobresalientes de la topografía. Posiblemente no se da en ninguna otra comarca de Extremadura una concentración semejante de fortalezas de primer orden, como la que se localiza en esta zona. Entre tan formidable conjunto de bastiones se cuentan los de Feria, Nogales, Burguillos del Cerro, Barcarrota, Salvatierra de los Barros, Salvaleón, Medina de las Torres, Valencia del Ventoso, Villalba de los Barros, Almendral, Los Arcos, etc.
Sobre este territorio, dos centros protagonizan de modo principal el recuerdo de los Suárez de Figueroa: Zafra, donde se encarna lo señorial y cortesano, y Feria, que representa el foco estratégico y guerrero. Y aunque el Señorío adopta el nombre de este último, es el otro en el que se materializan las mejores expresiones de su poderío y esplendor, y en torno al cual se articulan las poblaciones que componían el Ducado. |
Castillo de Feria |
Eje histórico milenario, inseparable de este ámbito, es la Ruta de la Plata (hoy carretera N-630). En su paso por Extremadura, parte importante de esta vía fundamental discurre por sus dominios.
En lo histórico, el origen del Ducado de Feria se halla en la donación
realizada en 1394 por Enrique III de Castilla a Gómez Suárez de Figueroa,
de las localidades de Feria, Zafra y La Parra, a las que poco
después se incorporarían La Morera, Nogales, Villalba de los Barros, Valencia
del Mombuey y Oliva de la Frontera.
En 1460 Enrique IV otorgó al Señorío categoría de Condado, en tiempos
de Lorenzo Suárez de Figueroa, quien sumó a sus posesiones las villas
de Alconera y La Morera. Su sucesor, Gómez Suárez II, integró
Salvaleón, Torre de Miguel Sesmero y Almendral, entre 1461 y 1505.
Tres lugares, al menos, fueron fundados por los Señores de Feria: Solana
de los Barros, Santa Marta y Corte de Peleas. Los otros experimentaron
también bajo su impulso repoblaciones y estímulos fundamentales para su desarrollo.
Al cuarto Conde, igualmente llamado Gómez, le fue conferido en 1567 por
Felipe II el rango de primer Duque de Feria.
Este amplio dominio constituye uno de los ejemplos más significativos de jurisdicción Señorial de toda Extremadura y aún de España. Sus titulares ejercieron sobre él un buen gobierno que se tradujo, entre otros resultados, en la erección de numerosas construcciones, fundación de conventos , hospitales y otras instituciones y edificios que posteriormente mantuvieron con su patronazgo, así como en el impulso de eminentes creaciones en el campo artístico.
En el siglo XVII el Ducado de Feria se unió con el Marquesado de Priego; y en el XVIII quedó integrado en el Ducado de Medinacelli.