De ordinario, el tratamiento del ámbito del Partido Judicial de Don Benito se realiza conjuntamente con alguno de los aledaños, dado que sus características fisiográficas y ciertos perfiles históricos o socioeconómicos, no difieren, en efecto, de manera sustancial de ellos.
Campiña del Partido Judicial de Don Benito |
Comprende cuatro núcleos especialmente representativos de la realidad
poblacional bajo-extremeña, cada cual por motivos propios Medellín, Guareña,
Santa Amalia, y el propio Don Benito.
Además su inclusión por lo general en comarcas más amplias como La Serena, Las Vegas Altas, o incluso Mérida, hace que sus acusadas personalidades específicas queden diluidas en perspectivas genéricas, y se pueda considerar separadamente la zona que se polariza en torno a estos importantes focos. |
Esto puede propiciar una visión distinta, por ejemplo de Don Benito, al realizarse a partir únicamente de sus peculiaridades específicas, y no tomándolo como parte del foco unitario que en lo demográfico, económico y sociocultural constituye en unión de Villanueva de la serena; realidad que, aunque insoslayable, puede conducir en algún momento a difuminar los perfiles propios y diferenciales de cada una de las dos ciudades.
En lo geográfico, el terreno del Partido Judicial de Don Benito es predominantemente llano, cabiendo distinguir en el mismo dos zonas diferentes.
Al norte, la fértil Vega Alta del Guadiana, sobre cuyas tierras transformadas en regadío proliferan los poblados de colonización erigidos a partir de 1953; y en el ámbito sudoriental, un dominio crecientemente seco de terrenos duros, excelentes para el cultivo del cereal, que se solapan por los bordes con La Serena y la demarcación emeritense, y cuyos flancos pueden establecerse en los arroyos Molar y San Juan por levante y poniente respectivamente. |
Campo de regadío del Partido Judicial |
Además de por el Guadiana, que las atraviesa por la mitad, las tierras de las Vegas Altas resultan regadas por el Canal de Orellana, que a través de una tupida trama de acequias secundarias conducen el agua desde los grandes embalses de Cijara, Puerto Peña y Orellana. Entre los cultivos prolifera la más amplia variedad de productos hortícolas, siendo riquísima asimismo la variedad de los frutales. El maiz y el girasol alcanzan rendimientos extraordinarios, habiendo desplazado en los últimos años a los tradicionales cereales. No hace mucho el algodón y el arroz, ya casi abandonados por razón de los cambios de orientación del sector agrario, obtenían volúmenes de rendimientos no igualados en ningún otro lugar de España.
De las 56.000 Has. que constituyen el término de Don Benito, más de la cuarta parte son de regadío, extendiéndose casi otras 20.000 por los terrenos próximos sobre la orilla derecha del Guadiana y 10.000 por la izquierda. Ello origina una señalada actividad industrial y comercial en el campo agro-ganadero, que se centra principalmente en el envasado, conservado y transformación de los productos.
Recinto ferial que acoge la FEVAL |
Así, Merco-guadiana resulta uno de los más importantes centros de su especie de España, haciendo de Don Benito núcleo sobresaliente como mercado de origen. Buen complemento de tal realidad resulta la Institución Ferial FEVAL, poderosa realidad consolidada a partir de la Feria de las Vegas Altas iniciada en los años 70 y hoy en franca expansión. |
Don Benito constituye de tal modo, no sólo el foco más significado del territorio, y su centro indiscutible de articulación, sino uno de los núcleos más destacados y representativos de la Extremadura tradicional y presente, habiendo sabido transformarse en una pujante ciudad predominantemente urbana, a partir de sus antecedentes como el centro exclusivamente agrícola que todavía era hace pocos años, aunque eso sí, con la mayor demografía de la región después de Badajoz, y con una envidiable riqueza. Los espacios meridionales que se desarrollan sobre la orilla izquierda del Guadiana se aloman según progresan hacia el sur, alternando las dehesas de encina, el olivar, la vid y el cereal, con ámbitos de terreno yermo, bajo el predominio del secano. Su centro más importante es Guareña, típica población agrícola de llano, de próspera economía rural basada sobre todo en el cultivo de la vid y el cereal.
Si en el aspecto poblacional y económico los dos grandes centros de la zona, y los que vertebran el partido judicial en la actualidad son Don Benito y Guareña, en el pasado, el protagonismo como foco director del territorio correspondió a Medellín. Situado entre esas dos localidades, constituye fundación de origen mucho más remoto, y cabeza del poderoso Señorío a cuya demarcación pertenecieron ambas hasta su exención como Villas independientes en el siglo XVIII. Anteriormente no fueron sino aldeas sujetas al dominio del importantísimo Condado de Medellín. Una de las características, pues, que distingue al área, es su cualidad de dominio de Señorío situado entre los territorios de La Serena, Merida y tierra de Barros, que como posesiones de las Ordenes de Alcántara y Santiago lo rodeaban por el sur del Guadiana. En lo jurisdiccional el partido judicial estuvo conectado también con el potente foco trujillano, en tanto que en lo religioso dependía de la Diócesis de Plasencia. Estas circunstancias comportan importantes elementos diferenciales en el plano histórico y en otros aspectos.
Sobre la pujanza y desarrollo de Don Benito, hoy consolidado ya como un centro urbano con calidad de gran ciudad, y el carácter de próspero núcleo rural que continúa caracterizando a Guareña, Medellín se significa por su dimensión histórica, y como centro fundamental en relación con la epopeya del Nuevo Mundo, dada su cualidad de cuna de Hernán Cortés.
El cuarto enclave de perfil diferenciado del Partido Judicial es Santa Amalia, que se distingue por ser la última población histórica fundada en la Baja Extremadura. Su aparición data de 1827 como culminación del tesón de un grupo de labradores oriundos de Don Benito y otros puntos del Partido Judicial en reclamar al rey, como en las viejas etapas medievales, tierras donde asentarse para su explotación y cultivo.
Las restantes localidades de la zona son pequeños núcleos cuya entidad y fisonomía, aún bajo la importante transformación experimentada en los últimos años, continúa siendo de reducidos enclaves exclusivamente agrícolas, relacionados todavía de manera directa con un medio natural de acusados valores ambientales debe señalarse, en todo caso, que sin menoscabo para sus aspectos paisajísticos, lo que predomina en el territorio, en lo concerniente a la configuración de las panorámicas, es el tratamiento de unos campos de cultivo bien cuidados sobre las visiones estrictamente pintorescas.
Las expresiones folklóricas del Partido Judicial resultan ricas y de perfiles
bien acusados, con usos y celebraciones de carácter propio y gran raigambre.
Así, en Guareña resalta su caracter de gran centro productor de vino
y cereales, y en relación con ello de una gastronomía peculiar, la tradicional
fabricación de tinajas con sus buenos barros, y otras artesanías específicas.
No resulta casual que el poeta que mejor expresa los aspectos más representativos del extremeño tradicional, Luis Chamizo, fuera natural de Guareña, centro arquetípico de la región en cuya realidad encontró este autor las imágenes que con tanta precisión refleja en sus obras. El modelo de campesino afanado en el trabajo del campo, responde sin duda a tipos que Chamizo trató directamente en su vida diaria. |
Bailes y trajes típicos del Partido Judicial |
Ya en el siglo XVIII Ortiz de Thovar se refiere a los naturales de esta comarca señalándolos como "los más agenciosos, trabajadores y económicos que hay en toda España".
En el aspecto gastronómico, además de sus abundantes cereales, frutas y hortalizas, entre las que resultan afamados por su calidad y tamaño los melones, sandías y calabazas, los productos de la matanza y los dulces caseros, resaltan los platos preparados con la pesca que secularmente se ha obtenido del Guadiana, y de los que todavía resultan buena muestra las carpas y bogas en escabeche o fritas que se continúan sirviendo en muchos establecimientos populares de la zona. Especialmente apreciados resultan los buenos vinos de la tierra, entre los que se distinguen los de Guareña, Medellín y Santa Amalia.
En el apartado de las músicas y danzas tradicionales, los contenidos del ámbito dombenitense resultan de extraordinaria riqueza y colorido, con piezas de acusada significación, como la popular jota "del hechizáo", también llamada "de la pastora de Don Benito"; o la de "Las Ovejitas", dinámica canción de matanza oriunda de Santa Amalia.
Aportación señalada es la del traje popular bajo-extremeño, adoptado con carácter general como el más representativo de la región a partir del modelo de Don Benito.