Llamada tradicionalmente Zarza de Alange, dada su condición de aldea dependiente de este centro, en cuya Encomienda se integraba. Por decreto publicado en el DOE de 4 de Diciembre de 1991, la localidad pasó a llamarse La Zarza solamente, culminando de tal modo la vieja aspiración de patentizar el carácter autónomo del núcleo. En el presente, con casi 4.000 habitantes, resulta la población más importante del Partido Judicial emeritense después de Calamonte.
Se asienta sobre la falda de la Sierra del Calvario, formando sus calles fuerte pendiente en la zona más antigua. En las sierras próximas se encuentran los abrigos de las Viñas o las Calderitas, con importantes pinturas rupestres. Los antecedentes directos del asentamiento actual se encuentran en el enclave fundado por el Maestre santiaguista Pelay Pérez Correa bajo el Fuero otorgado a Mérida en 1235. En 1585 alcanzó categoría de Villa, eximiéndose de Alange mediante el pago de 16.762 ducados a Felipe II.
En el aspecto urbanístico se distinguen dos áreas bien diferenciadas: una en la zona alta y escabrosa correspondiente al núcleo antiguo, y otra de expansión posterior en la que se asienta la más moderna. A nivel local, a los que vivían de la plaza hacia arriba se les llamaba en el pasado jocosamente "cabileños", y a los moradores de abajo, "chumberos".
Una actividad que en los últimos tiempos ha alcanzado en La Zarza enorme auge, y por la que la localidad se distingue en el partido judicial, es la confección artesana de la piel, especialidad a la que se dedican numerosas peleterías y talleres.