Se sitúa en el sector villanovense de la Serena, sobre la ladera de una escabrosa sierra cuarcítica que surge aislada entre las penillanuras, configurando de tal modo un asentamiento atípico en relación con el modelo característico del Partido Judicial. Sus excepcionales condiciones estratégicas hicieron de este enclave desde los tiempos más remotos punto muy favorable para el establecimiento de núcleos defensivos. Así, a partir de una primera fortificación de origen celta, en esta cima se han erigido fortalezas romanas, árabes y cristianas. |
Vista de Magacela |
Respecto el topónimo, su origen trata de conectarse con el apelativo romano de Magna Cella (gran despensa) supuestamente aplicado al lugar por la riqueza cerealística de los territorios que domina. Con la misma circunstancia se relaciona también el nombre árabe de Unm Gazala (Casa Madre). Mejor documentada resulta la identificación con la colonia romana de Contosolia. Interpretaciones legendarias más pintorescas pretenden hacerlo derivar de la anécdota de la "amarga cena" del penúltimo Maestre de Alcántara, Alonso de Monroy, tras la cual su sobrino y alcaide del castillo lo encarceló y dio muerte.
Debido a su excepcional ubicación la importancia histórica de la población resulta muy destacada. Así, tras ser ocupada a los árabes en el siglo XIII, Fernando III la entregó a la Orden de Alcántara a cambio de Trujillo. La institución estableció aquí su Casa Prioral, constituyéndose de tal modo en cabeza de toda la Serena. A finales del XV el Priorato se trasladó a Villanueva, iniciándose con ello la decadencia de Magacela.