Se asienta al sur de Alconchel, entre Cheles y Valencia del Mombuey, como éstas en la línea misma de la frontera, contando con un paso frente a la localidad portuguesa de Mourao.
Sobre antecedentes más remotos que quedan patentizados por los restos prehistóricos y romanos aflorados en la zona, las noticias sobre su origen concreto resultan escasas, tratándose según la tradición de una fundación templaria establecida en el siglo XIII, e integrada más tarde con categoría de aldea, como posesión real, en la demarcación de Alconchel. en 1232, fecha de la primera referencia documentada, el enclave fue donado a Don Martín Fernández Portocarrero, incorporándose al Señorío de esta titularidad. En 1413 alcanzó título de Villa, datando de esta época la construcción de su castillo, compuesto por barbacana toreada y potente torre del Homenaje en el centro. En el siglo XVII estaba constituida por un núcleo principal rodeado por una cerca amurallada, en la que incluía la fortaleza y un arrabal. |
Vista del Ayuntamiento |
En 1644, en el transcurso de la guerra con Portugal, la población, luego de sostener un prolongado asedio, fue arrasada y saqueada por los lusitanos. Una crónica de la época describe el acontecimiento en términos dramáticos, señalando que tras su rendición, "salió salva la guarnición y los vecinos sólo con lo que pudieron sacar a la cabeza. Más a la legua del pueblo, y sitio de Alcarrache, salieron los portugueses y les robaron, mataron e hirieron; y los que quedaron entraron desnudos en Jerez de los Caballeros". El castillo fue dinamitado, desapareciendo por completo salvo los escasos restos de hormigón que aún pueden verse a las afueras del pueblo. Después de permanecer abandonado durante 25 años, la población fue reconstruida en 1668 a cierta distancia del emplazamiento anterior, dándose la circunstancia de ser portugueses la mitad de sus nuevos ocupantes.
Podemos encontrar varios tipos de artesanía aunque muy escasa ya en la localidad: en madera se realizan cazuelas, cucharas de palo, etc. y en corcho se preparan los antiguos ataderos de comida, y otros útiles necesarios en las labores agrícolas.