Esta localidad se enclava en el extremo noroccidental de la Campiña, ocupando un punto de adscripción concreta difícil de establecer con precisión, correspondiente a un área en la que aquella se solapa con la Tierra de Barros, el Señorío de Feria, la Serena y las sierras de Hornachos. El terreno es predominantemente seco y descarnado de vegetación, con presencia de algunas encinas, olivares y viñas, y sobre todo, matorral.