El caserío se asienta al abrigo del cerro de la Cruz, quedando limitado al norte por unos cimientos constructivos llamados "Los Paredones" o "La muralla romana", correspondientes a la gran charca o albuera existente en otro tiempo en ese punto, hoy restaurada para el abastecimiento de agua a la localidad, y utilizada también como lugar muy propicio para la pesca. Y al sur, por la llamada "Cerca del molino" y un pequeño arroyo local denominado "El Regato", sobre cuya orilla izquierda se sitúa, ocupando un atractivo paraje, la ermita de Santiago, realización de sabor popular igualmente sugestiva.
En el centro de la población se alza la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Concepción, también llamada a nivel popular de la Virgen de la Salud por la imagen que aloja. Es edificio de medianas proporciones, realizado en el siglo XVI en mampostería y sillares, con torre fachada al frente, cuyo cuerpo superior o de campanas, más estrecho, se evidencia como actuación posterior. En su base se abre una portada del XVII de diseño poco frecuente, con hornacina superior, hoy vacía, acogida a un frontón curvo igualmente no habitual. El interior es de amplia nave única, con cubierta de crucería dividida en dos tramos, uno de los cuales corresponde a la cabecera. Entre sus parcos contenidos destacan las diez pinturas sobre tabla y lienzo del retablo del lado del Evangelio, hoy de entalladura infelizmente repintada, y sobre todo, la talla protogótica de Ntra. Sra. de la Salud, también repintada con escaso acierto recientemente.
Frente al templo se sitúa la Casa Rectoral, edificación popular con portada granítica de buena labra, representativa del modelo de casa labradora común en el pueblo. Sobre el gentilicio de esparragalejanos, los naturales son conocidos a nivel popular en el partido judicial como "guácaras".