Morfológicamente presenta un núcleo más antiguo, cuyas edificaciones se apiñan en torno a la iglesia parroquial y, una zona de crecimiento compuesta por calles más amplias, de casas igualmente campesinas encaladas en blanco.
En el aspecto monumental el hito más señalado es la iglesia parroquial de San Esteban, originaria del siglo XV y hoy muy transformada. Al exterior destacan la portada adintelada moderna del lado del Evangelio y la somera espadaña que corona un atisbo de torre, interiormente aparece modernizada por su encalado y otras actuaciones recientes.
Anejo al tempo, se erigió en el siglo XV un palacio con aspecto de fortaleza, reformado en la centuria siguiente, destinado a residencia de los Priores santiaguistas, hoy desaparecido por completo salvo algunos escasos restos, resultando conocida sin embargo su estructura y disposición por el estudio de la Dra. Ruiz Mateos.
Realización de interés situada hacia el norte de la población a orillas del arroyo que le da nombre, es la ermita de Ntra. Sra. de Botoz, centro de gran devoción en el partido judicial, en el que se celebra una concurrida romería el Domingo de Quasimodo. Se trata de sencilla obra encalada de sabor popular, con nave abovedada, cúpula sobre el crucero y camarín, erigida en el XVI y remodelada posteriormente. Al exterior llama la atención por su plasticismo, la fachada delantera con atrio porticado y espadaña amensulada. Al interior cuenta con retablo mayor del XVI, excelente pieza clasicista flanqueada por buenas pinturas de personajes bíblicos y en el ático San José con el Niño. Esta notable obra, de autor no documentado, resulta conectable con los artistas llerenenses que en la misma época realizaron los retablos de Llera, Valencia de las Torres o la vecina Ribera del Fresno.