Su construcción más señalada es la iglesia parroquial de la Santísima Trinidad, que se sitúa en el centro de la extensa calle que, prolongándose de Este a Oeste sobre el antiguo Camino Real a Madrid, constituye la principal del pueblo.
Se trata de edificio de pequeñas proporciones, con torre fachada al frente, de atractiva composición, y portadas de severa traza renacentista, con piezas visigodas incrustadas en la de la Epístola. El interior resulta de amplia espacialidad, contando con nave única de tres tramos y cabecera más angosta. El templo carece de retablo mayor, encontrándose hoy parte del que en otro tiempo tuvo, obra del XVI con buenas tallas de San Pedro y San Pablo, en un lateral de la nave.
Existe el proyecto de trasladar a esta iglesia el retablo de la de Santa Marina de Zafra. Pieza notable resulta la imagen de Ntra. Sra. de la Pera, realización protogótica restaurada recientemente con escasa fortuna.