Con independencia de sus características concretas y el indudable tipismo de sus conjuntos, el atractivo mayor de estos enclaves reside en la tranquilidad de su ambiente apacible y recoleto y sobre todo en la inigualable hermosura del marco natural que ocupan, en medio de una naturaleza notablemente bien conservada, y en las panorámicas paisajísticas que dominan sus entornos.