La historia repostera de este municipio pasa por la Pastelería Artesana de la familia Portillo Fernández. Su andadura en Extremadura comienza a finales del siglo pasado por distintas localidades, recalando en Santa Marta en la década de los treinta.

Destaca en la localidad la producción de vino de la Sociedad Cooperativa Agrícola "Santa Marta Virgen" , consecuencia de ello son las grandes bodegas que en las mismas se producen y embotellan a nivel industrial.

Además también se cocinan otros platos típicos de la gastronomía del Partido Judicial, como migas, gazpachos, platos de caza, etc.