Su aparición es tardía, estimándose fundado no antes del siglo XIV como aldea de Mérida. Más tarde recibió como anejo el caserío de Santa Ana, desaparecido en el XVII.
En el pasado ostentó los nombres de Nava de Mérida, Nava del Membrillo, o simplemente La Nava, asumiendo su denominación actual de Nava de Santiago sólo a partir de 1916.