Situado entre Guareña y Oliva de Mérida.
Según la leyenda que repite la de Guadalupe, en 1.450 la Virgen se le apareció a un vaquero sobre un olivo en este lugar, erigiéndose en el mismo con tal motivo una iglesia bajo la advocación de María Santísima de la Mancha. Más tarde esta dedicación se cambió por la de Ntra. Sra. de la Natividad o de la Asunción.