Elemento peculiar es la conducción abovedada subterránea por la que en la pasado se canalizaba bajo el caserío el arroyo Oliva. En la actualidad la población constituye un centro evolucionado, moderno y bien urbanizado, con amplias calles y sugestivas plazas, cuyo vistosos Paseo de las Palmeras resulta uno de los ámbitos de su especie más atractivos de la región. Numerosas instalaciones y servicios completan sus equipamientos, configurándola como un centro abierto y pujante cuya dinámica le asegura las mejores perspectivas. Debe resaltarse, además, que el crecimiento se ha realizado de manera inteligente, sin menoscabo para su fisonomía y características tradicionales. |
Paseo de las Palmeras |
En el aspecto monumental se significa la iglesia parroquial de San Marcos, que se sitúa en el centro de la población, presidiendo su hermosa plaza. Se trata de edificación de gran porte y elegante traza neoclásica con planta de cruz latina, erigida en el siglo XVIII sobre otra precedente. Su amplio inferior es de nave única y cúpula sobre el crucero. El retablo mayor es de fábrica con grandes columnas exentas, según el modelo de la época. Una airosa balconada y una somera torre presiden la severa fachada clasicista.
La ermita de San Pedro, datable en el XVII, es obra de mérito en la que se distingue su amplia cabecera cupulada. Más moderna es la iglesia del convento de las HH. de la Cruz, de modesto exterior y ampulosa decoración interior realizada en estuco. Numerosos edificios civiles del XIX, entre los que se cuenta el Ayuntamiento, peculiarizan el paisaje constructivo de esta bonita y bien cuidada población.
De especial significación como su hito más representativo, es la ermita de Ntra. Sra. de Gracia, de soberbia torre barroca comparable con las de Jerez de los Caballeros. La obra, levantada en el siglo XV, quizá sobre una basílica visigoda anterior, fue remodelada en el XVIII y XIX. Su aspecto actual data de la reconstrucción prácticamente total realizada a principios de la presente centuria según proyecto de Rafael Béjar Mendoza. Presenta cuerpo de tres naves con triple cabecera y camarín con rica decoración barroca de estucos y pinturas populares. Al exterior conserva la portada gótica de los pies, único vestigio del edificio primitivo, coronada por el escudo de los Suárez de Figueroa. Sobre el atrio delantero, y como obra independiente, se alza la hermosísima torre barroca concluida en 1772. |
Torre de la ermita de Ntra. Sra. de Gracia |
Desde Oliva y por la carretera de Encinasola, podemos llegar hasta el río Ardila. El río se convierte en la frontera con Portugal al sur de la Sierra del Oratorio. Todo este trayecto, que, por supuesto, hemos de hacer a pie, discurre por unas parajes de sierras, talladas por el río, que son de una belleza impresionante.
Ermita de Ntra. Sra. de Gracia |