Hito sobresaliente de la población es el poderoso castillo que la domina desde las alturas cercanas. La fortaleza, compuesta por un atractivo conjunto de cubos y torreones, data de finales del siglo XV, habiendo sido erigida por Hernán Gomes de Solís sobre una fortificación anterior, asolada poco antes por el segundo Conde de Feria, Gómez Suárez de Figueroa. |
Castillo de Salvatierra de los Barros |
El castillo tiene dimensiones propias de alcazaba y fue muy codiciado y combatido durante su época de esplendor. Los numerosos torreones cilíndricos dan un marcado carácter de fortaleza que impresiona al visitante, aunque en la actualidad es de propiedad privada, por lo que se dificulta la visita a su interior.
Pozo de la Nieve |
Construcción de singular interés situada en sus proximidades, es el Pozo de la Nieve que se localiza en el paraje de Los Baños del Moral, ocupando un paraje de extraordinaria belleza natural. La instalación, destinada a contener nieve, consta de dos torreones cilíndricos de piedra, con sólidas bóvedas de ladrillo y diversas dependencias anejas. Fue construido en el siglo XVI por los Señores de Feria, y por su extraordinario valor etnográfico como pieza única en el apartado de la arqueología industrial de la región, en 1990 fue declarado Bien de Interés Cultural. |
En el mismo ámbito, sobre el lugar del Charcón, se encuentran los Baños del Moral, cuyas aguas ferruginosas y bicarbonatadas se emplean contra el escrofulismo y otras dolencias.
La población se asienta sobre un terreno en pendiente, configurando un conjunto de acusado plasticismo, compuesto por edificaciones de sabor popular, muchas con esgrafiados en las fachadas, grandes chimeneas, y otros componentes de singular atractivo formal. El centro que articula la trama es la iglesia parroquial de San Blas, recia obra de aspecto militar, con maciza torre cuadrangular. En la cabecera presenta hornacina adornada con escudos y otras piezas procedentes de edificaciones ya desaparecidas, entre ellas el convento franciscano primitivamente enclavado en Salvaleón.
En la calle Alcantarilla, o de Jerez, se conserva, empotrada en una fachada, una lápida romana, ya mencionada por Solano de Figueroa.