Ubicada en el extremo suroeste de la provincia de Badajoz, limitando con la provincia de Córdoba, a través del río Zújar que le sirve de frontera natural, se encuentra la villa de Granja de Torrehermosa. El municipio pertenece al partido judicial de la Campiña Sur y está atravesado por la Nacional 432 Badajoz-Córdoba-Granada. La primitiva fundación de la villa, a tenor de los vestigios hallados en el término -ánforas griegas, monedas ibéricas y romanas-, nos aproximan a algunas colonias griegas aliadas de los romanos que permanecieron en la Península dedicándose a la práctica de la horticultura, creando una especie de granja de donde puede derivar el nombre de la primitiva aldea. Históricamente, dependió de Córdoba con rango de Encomienda hasta 1565, bajo el reinado de Felipe II, en que la localidad obtiene el título de villa, mediante carta Real escrita en pergamino, conservada en el Archivo Municipal. Este monarca concede el apellido de Torrehermosa para distinguirla de las otra dieciocho Granjas existentes en España. Durante todo el siglo XIX y principios del XX se produjo un fuerte crecimiento económico y demográfico, debido en parte a las explotaciones mineras de "Santa Bárbara", "La Juanita" y "El Encinar". |
Iglesia de la Purísima Concepción |
Su componente más significado, y por el que la población resulta conocida con carácter general, dentro y fuera de la región, es la iglesia parroquial de la Purísima Concepción, obra gótico-mudéjar del siglo XV. Y de ella en particular, por la preciosa torre que justifica sobradamente el apelativo de la localidad. Dicha torre, se distingue no sólo a nivel comarcal, sino en el ámbito general de la historia del arte. Se trata de una esbelta realización de notable altura, ejecutada en ladrillo aplantillado, formando una completa secuencia de filigranas ornamentales.
La iglesia sobre la que se alza está construida en mampostería de piedra sin enlucir, situándose en el centro de la población, con una amplia plaza aneja. Al interior presenta nave única, con la cubierta de madera originaria sustituida por otra de fábrica en el siglo XVIII. El retablo mayor y el órgano, piezas notables del XVIII, fueron destruidos en 1.936. En la actualidad preside la capilla mayor otro moderno de buena hechura, ejecutado por Gabino Amaya.