Se localiza hacia el levante de Montijo, configurando una trama alargada sobre el itinerario que conduce a Mérida. Su origen se estima de época musulmana; al menos su existencia en ese momento queda reflejada como el único enclave de su ámbito que se menciona en el Fuero de Mérida de 1235. Confirmando esta circunstancia su nombre primitivo de La Alguijuela también se estima árabe. Venido a menos posteriormente, su repoblación es atribuida por Ortiz de Tovar a gentes portuguesas oriundas de Torres Novas, a finales del siglo XV, con ocasión de los sucesos que culminaron en la batalla de La Albuera de Mérida.
En 1626 el lugar fue vendido por Felipe II como Villa de Señorío al poderoso caballero santiaguista emeritense Juan Antonio de Vera y Zúñiga, Comendador de La Barca, Conde de la Roca, lugar que había comprado también poco antes, y Marqués de los Álamos, que poseyendo ya extensas propiedades en la población decidió adquirirla en su totalidad. Entre sus pertenencias figuraba una Casa Fuerte dotada con un torreón que en parte todavía se conserva, y al que posiblemente pertenece un arco granítico existente en el poblado. En memoria de tal edificación, y como símbolo de su importancia y dominio sobre el enclave, en el contrato de compraventa se hizo figurar una disposición según la cual el lugar pasaría a llamarse en lo sucesivo Torremayor, apelativo que en efecto detenta desde 1626.