Constituye uno de los núcleos más reducidos de la Siberia. Se localiza en el límite mismo de la provincia de Ciudad Real, ocupando la falda de un cerro, sobre un dominio accidentado de sierras de complicada orografía, pobladas de dehesa y monte bajo. La población constituye un modelo representativo de asentamiento tradicional, perfectamente integrado con el paisaje y escasamente transformado respecto sus peculiaridades y fisonomía seculares, salvo por las edificaciones modernas, que han comenzado a surgir en los últimos tiempos entre las viviendas serranas de factura popular propias del territorio, ocupando sobre todo la periferia de la trama antigua.