Se localiza en las proximidades de Fregenal, en dirección al sur, sobre un dominio de acusado atractivo natural. La población dependió tradicionalmente de este centro como aldea, bajo el apelativo de Higuera de Fregenal. El lugar resulta rico en contenidos arqueológicos, encontrándose en sus alrededores el asentamiento de Castrejón del Capote, con importantes vestigios tartésicos.