Posee dos iglesias: iglesia de San Bartolomé, de estilo herreriano y la iglesia parroquial de Santa Catalina Mártir (s. XV), edificación encalada de variada volumetría, a la que sus hermosas portadas y numerosas capillas adosadas confieren destacado valor compositivo. Destaca su Retablo Mayor (1641), con pinturas de Gerónimo Ramírez. Pieza sobresaliente es el realizado por Luis de Morales para la capilla del clérigo Ginés Martínez, compuesto por seis magníficas Tablas (1565). También son de mérito el órgano, fabricado en 1818 por suscripción popular, y la platería del tesoro, en la que destaca la custodia del XVI procedente de Zacatecas (México). |
Retablo de la iglesia de S. Bartolomé |
En un extremo de la población, se alza la ermita de Ntra. Sra. de Loreto, de origen templario, en la que perdura la capilla mayor originaria del siglo XIII y la sobria portada gótica de acusado conopio. Delante de ella se sitúa la popular "Mamarrachá", intrigante figura granítica representando una leona, a la que se han atribuido toda clase de interpretaciones estilísticas. Cerca se encuentra la fuente de Loreto, también denominada a nivel local como "Fuente del Chiripa" (s. XVI-XVII) por la figura del mosquetero en bronce que la remata. Una plaza de toros de principios del XIX determina el límite de la población. En dirección a Fregenal se sitúa la Fuente de Gargallón, en cuyas inmediaciones perduran restos del muro, quizá medieval, de una vieja presa o albuera. |
"La Mamarracha", figura granítica que representa una leona |
Y especial atención merece igualmente el Yacimiento en el Castrejón de Capote (poblado celta).