De acusado interés resulta la ermita de San Andrés, que fue la parroquia primitiva. Se trata de una pequeña construcción mudéjar, edificada en ladrillo, que se mantiene poco modificada respecto a su primer estado, presidiendo una plazoleta de gran sabor ambiental. Junto a ella se localiza el antiguo Pósito, obra del XVIII, hoy utilizado como Biblioteca Pública Municipal (Maizflor) y Juzgado de Paz. |
Fachada del antiguo Pósito (hoy, Biblioteca) |
En la misma placilla se sitúa la casa solariega de los Rangel, hoy lamentablemente desvirtuada por numerosas transformaciones, en cuya fachada luce un excelente esgrafiado.
Otras mansiones de significada composición son las de los Gutiérrez de Salamanca, Solís, Becerra, Castañeda, Velasco, Millán de la Hiz, y muchas más que confieren un particular empaque al paisaje urbanístico. Otras ermitas dignas de atención, todas de acusado interés morfológico, son las ermitas de San Felipe, Santa Ana, San Antón, Padre Jesús de la Fortaleza, la Soledad y San Isidro. También se mantiene un convento de monjas dominicas. |
Vista de una de las numerosas mansiones con las que cuenta Aceuchal. |
Fachada del Ayuntamiento, destacado por sus soportales y galerías |
En la alineación de espacios abiertos que configura el centro de la población, se hallan sus tres hitos más significados: Casa de la Encomienda, Ayuntamiento e iglesia parroquial. La Casa de la Encomienda conserva su sencilla fachada y el patio interior porticado de doble galería. De sobresaliente atractivo plástico resulta el Ayuntamiento, uno de los más hermosos, quizá de la región, en cuya variada composición destacan sus soportales y galerías. El edificio correspondiente a un antiguo centro religioso conectado con el convento franciscano de Montevirgen de Villalba, fue restaurado con notable acierto en 1920, presentándose hoy impecablemente encadado y cuidado. |
La iglesia parroquial, dedicada a San Pedro, originaria del siglo XV, muestra actuaciones góticas, renacentista, barrocas y otras posteriores, predominando en ella el aspecto de fortaleza que le confiere su potente torre almenada, recia estructura de piedra sobre la que recientemente se han dispuesto dos pequeños cuerpos de ladrillo, también almenados, formando campanario. Entre sus contenidos artísticos se cuentan diversos retablos barrocos, habiendo desaparecido el mayor, obra del XVI compuesta por 24 tablas góticas atribuidas a Antón de Madrid o Estacio de Bruselas, de las que únicamente se conservan dos representando a San Pedro ad Vincula y San Juan Bautista. Atractivo singular de la localidad es el Museo Taurino de Mahizflor. Ya no existe, porque ha sido vendido por el propietario a un particular. |
Torre almenada de la Parroquia de San Pedro |
Producto especialmente característico de Aceuchal es el ajo, del que a su vez resulta inseparable la figura del ajero, personaje que, junto con el turronero de Castuera, el botijero de Salvatierra, el tierrablanquero de La Zarza, el pimentero de Campanario o el chalán de Fuente del Maestre y Zafra, forma parte del conjunto de extremeños que recorrieron el mundo vendiendo sus productos y paseando el nombre de la región por los más apartados rincones. En homenaje a tan significada fitura, el pueblo tiene un monumento dedicado al Ajero, expresiva obra en bronce de Fulgencio León Manchego, erigida en 1.985. En conexión con el ajo, los aceuchalenses son conocidos a nivel general por el apelativo popular de "piporros", que también se aplica a los naturales de Guareña.