El legado de las diferentes culturas y concepciones ha permitido a Burguillos del Cerro obtener la merecida declaración de Bien de Interés Cultural con Categoría de Conjunto Histórico. Tanto dentro del sugerente núcleo urbano como extramuros, Burguillos cuenta con singulares edificaciones que le confieren tipismo y carácter singulares:
Edificio emblemático de la población, de planta cuadrangular, con cuatro torres, una en cada esquina. Fortaleza situada en la culminación del cerro que apellida a la población, a lo largo de historia experimentó diferentes ampliaciones hasta llegar a ser el edificio que conocemos hoy, desde la posesión por parte de los caballeros templarios, fue atalaya defensiva de cuantos dominaron el territorio.
Situada en la Plaza Alta, originaria del siglo XVI. Rehabilitada en 1.990. Alberga de forma permanente una muestra arqueológica de piezas recogidas en el término y legajos procedentes del archivo municipal de los siglos XVII, XVIII y XIX. Edificio sobrio que halla especial encanto en el aljibe, mazmorras de la cárcel, patio porticado, miradores...
Edificación originaria del siglo XIII. Se sitúa en la base del
cerro donde se emplaza el castillo. En un principio constaba de una sola nave
a la que posteriormente se le añadieron otras dos posiblemente como
solución arquitectónica que permitiera soportar el peso de la
cubierta. Alternan elementos propios del románico y del gótico:
portada abocinada, contrafuertes, vanos, rosetones, espadaña, arcadas
interiores, bóvedas con nervios.
Convertida en Centro de Interpretación de la Arquitectura Popular, nos
muestra, de forma amena y didáctica, las diferentes concepciones arquitectónicas
extremeñas y su evolución. La cripta nos permite contemplar enterramientos
originales del siglo XIII.
Edificación del siglo XIV, mandada a construir por D. Alfonso Fernández
de Vargas, se constituyó en la iglesia matriz del Señorío
de Burguillos.
De estilo típicamente gótico. Se conserva la cabecera de bóveda
nervada, la torre octogonal y tres capillas en el lado de la Epístola
- en una de ellas fue enterrado, en un sarcófago de mármol, el
Señor de Burguillos -.
Su construcción es del siglo XVIII, para unificar lo que habían sido las dos parroquias anteriores. De grandes dimensiones, es de estilo neoclásico, de planta de cruz latina y una sola nave con capillas laterales. El crucero da cabida a una hermosa cúpula que da luz al espacioso interior. En su interior cobija imágenes, pinturas y orfebrería de gran valor. La torre barroca, con sus 50 metros de altura, sobresale entre los tejados pardos del caserío, para constituirse en uno de los símbolos de la localidad; su decoración, de influjo sevillano, está conseguida por la superposición de elementos arquitectónicos.
Sobrio y elegante edificio fundado en el siglo XVI por D. Alonso Fdez. Segura. Desde mediados del XIX venía utilizándose como sede del Ayuntamiento y tras una reciente rehabilitación, que ha permitido la recuperación de los claustros alto y bajo, refectorio y otras piezas de la fábrica, alberga ahora la totalidad de las oficinas administrativas municipales. |
Claustro bajo edificio del Ayuntamiento |
Originariamente perteneciente al convento de Concepcionistas Franciscanas. De una sola nave, con bóveda de cañón, este edificio recoleto de monumental portada, alberga un nutrido conjunto de obras de arte barrocas y neoclásicas: retablos, imágenes, pintura, rejería, etc.
Antigua iglesia de los Mártires o del Cristo de la Sangre, su arquitectura es tipo popular, con diferentes ampliaciones y remodelaciones a lo largo de los siglos. La nave de seis tramos con capilla, proporcionan longitud a uno de los edificios más carismáticos de la población.
Edificio extramuros de la villa, fundado por la Casa de Béjar en el siglo XVI para dar acogida a religiosos franciscanos. En su fábrica se aprovecharon materiales romanos. El lugar escogido para su asentamiento es de gran singularidad paisajística, instantáneas apreciables desde el segundo piso, al que se accede desde el claustro alto.
Edificio religioso de pequeñas dimensiones. Consta de una sola nave, con sacristía y coro de reducidas proporciones. Se corresponde con una obra popular fechada en el S. XIV y, sobre ella, levantada la actual del S. XVI.
Presidiendo el conjunto abigarrado y compacto de calles estrechas y casas de sabor popular, encaladas, de huecos sencillos, rejas de hierro forjado, enrasadas o de mirador, esta plaza, antiguo centro neurálgico de la población, y por tanto en ella se encuentran el Antiguo Ayuntamiento, la Casa del Corregidor, la Cárcel Real. También en este marco, recientemente se han hallado indicios relevantes de la existencia de una sinagoga. De esta plaza parte el entramado urbano hacia el llano, en una sorprendente enmaraña de callejuelas, pilares, fuentes, cruceros, dando paso a espacios amplios con casas solariegas rematadas con heráldica y paseos ajardinados: La Fuente Llano, Paseo del Cristo... |
Paseo del Cristo |
La costumbre de colocar en la salida de la población cruces que indicaran el camino al peregrino, se ha convertido en tradición al colocarse un crucero cada inicio de siglo. Estas cruces nos indican las sucesivas expansiones del casco urbano y contienen un valor etnográfico indudable.