Sobresaliendo sobre el perfil del pueblo se destaca la silueta de la iglesia parroquial de la Asunción. El edificio, de piedra y ladrillos se peculiariza por los enormes contrafuertes que se adosan a sus costados. El retablo original fue una magnífica obra de Juan de Holanda y Diego Aguilar. Por delante de la iglesia se sitúa una fuente, rematada por una graciosa figura de bronce sosteniendo un cisne, conocida popularmente en la localidad como "La Morita" o "La Niña". A las afueras se halla la ermita de Santa Ana, por delante de la cual se levanta, aunque muy transformado, el rollo o picota de la villa, una de las pocas muestras de su especie, resto medieval, que se conoce como Pingote de Santa Ana. |
Pingote de Santa Ana |