Aunque el atractivo principal del enclave reside en las hermosas panorámicas que ofrece desde las alturas próximas o desde el mismo interior del caserío, posee también esta localidad construcciones dignas de mención como la iglesia parroquial de Santa Ana, de estilo gótico mudéjar, realizada en el s. XVI, de indudable interés, correspondiente al tipo de pequeño templo rural conectable con la arquitectura popular. Se compone de tres naves de acusada espacialidad sobre arcos graníticos, con cabecera triple, capilla mayor cupulada y edículo semejante a una torre fachada exterior. Sobre la fachada de una casa situada frente a la parroquia, aparece empotrado en el muro hacia el exterior, en insólita disposición, un intrigante púlpito de mármol construido en el s. XVIII, dentro ya de las tendencias barrocas.
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Púlpito de mármol |
Pozo |
Igualmente, son destacables tres fuentes: La Fuente de Juan Vázquez -quizá la más antigua de la localidad, y usada antiguamente antes de que en las viviendas hubiese agua corriente-, la Fuente de calle Constitución, y la Fuente de los Salgueros. El pozo de la calle Díaz Ponce, está construido en granito y cubierto por una cúpula semiesférica adornada por una imposta de cuarto de circunferencia. |
El Molino de Amadeo, recogía el agua del arroyo que cruza la carretera de Jerez de los Caballeros, proveniente de Los Salgueros, vertiéndola después de usada, al Arroyo de los Molinos. De él, actualmente, sólo se conserva la piedra de la solera y la cubeta de recogido del producto molido, así como restos del muro que conducía el agua hasta el molino -en la parte de atrás-. Muy cercana al pueblo se encuentra la Gruta Rubiales -actualmente en fase de estudio expedeológico-, excavada en zona calcárea, de la que se conoce su interior de estalactitas y cámaras subterráneas que cruzan toda la población, y que fue objeto de una de las operaciones "Piraña". |
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