La realización constructiva más destacada es su poderoso castillo señorial, erigido en el siglo XV, que se yergue en un extremo de la localidad. La fortaleza se mantuvo casi intacta hasta la Guerra de la Indenpencia, durante la cual sirvió de hospital de sangre a los franceses, siendo arrasada posteriormente por el general Morillo durante las carlistas. En la actualidad, de la formidable obra sólo se conserva la torre del homenaje y otros restos, sobre los que aún lucen las armas del primer Señor de la Villa, Don Luis Ponce de León. |
Castillo |
Interior de la iglesia |
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Entre la iglesia y el castillo se encuentra el convento de la Merced, edificación de gran cuerpo, con ostentosa fachada de ladrillo visto y capilla. A él se aneja, presidiendo una plaza de acusado sabor popular, una torre en la que se halla el reloj público. En la misma plaza se localiza la antigua posada, originando un rincón de gran pintorequismo; y enfrente de la torre, el en otro tiempo popularísimo local -barbería, relojería, cuchillería, y sobre todo, lugar de reunión- de un peculiar personaje, muy querido en el pueblo, llamado por todos El Maestro. |
Detalle de la torre |
Asientos de piedra conocidos como "moros" |
Numerosas casas solariegas que peculiarizan su paisaje urbano perduran en Villagarcía, siendo de destacar entre ellas la del Duque de Osuna y otras en las calles Merced, Cardenal Silíceo Iglesia,etc. Elementos distintivos de la localidad son los llamados "moros", especie de asientos de piedra con tosca talla antropomorfa que aparecen ante las puertas de muchas casas, y de los que resultan buenas muestras los de las calles Merced y Mota. |
A las afueras de la localidad, camino de Llerena, se conserva un buen pilar tradicional con su gran abrevadero.