Jalonando la línea fronteriza, en las inmediaciones de La Codosera se encuentran numerosos caseríos de gran pintorequismo, integrados igualmente de manera muy directa con el vecino Portugal, y en los que el comercio transfronterizo fue tradicionalmente su actividad más significada, y la base casi exclusiva de su economía.
Entre estos enclaves se encuentran El Marco, Bacoco, La Rabaza, La Tojera, La Varse, La Vega, etc., todos de insuperable encanto por su tipismo. Acercarse hasta ellos a través del hermoso paisaje que los rodea, y recorrer sus rincones, constituye experiencia recomendable.