Su proximidad a Badajoz, y más modernamente la construcción en sus inmediaciones, en 1953, de la Base Aérea y Escuela de Pilotos del Ejército del Aire, dieron a la localidad extraordinario impulso y renombre, contribuyendo de modo decisivo a transformar su secular carácter como centro exclusivamente agrícola, afamado por sus tomates, en un dinámico núcleo de servicios.
En la actualidad Talavera es un centro vital y en rápida expansión, cuyas instalaciones hosteleras y deportivas son frecuentadas por los habitantes de la capital.